El mito de Dédalo y Talos, como su variante, el mito de Dédalo e Ícaro, parece combinar el rito de quemar al sustituto del rey solar, que se había puesto alas de águila, en la hoguera de la primavera —cuando comenzaba el Nuevo Año palestino— con los ritos de arrojar al pharmacos con alas de perdiz, un sustituto análogo, desde un risco al mar, y el de punzar al rey en el tobillo con una flecha envenenada. Pero la admiración de los pescadores y labradores al ver volar a Dédalo ha sido deducida, probablemente, de una ilustración que representaba a Perseo o Marduk alados.
Los mitos griegos, Robert Graves
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